"Miramos al cielo. Había tantas estrellas que parecía una celebración, una fiesta magnífica e ilícita que daba la galaxia cuando los humanos se habían ido a la cama"
Éramos mentirosos

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Ayuda (sobre mi historia :))

Hola lectores, hoy os pido vuestro consejo. Estoy escribiendo una historia y no se con que prólogo empezarla ¿cuál preferís? En mi opinión está mejor el 2, pero no lo tengo claro.
Podéis dejarme en comentarios vuestra opinión, consejos, trucos... ¡Lo que queráis! 

1) Mi cuerpo. Lo noto más ligero de lo normal. De repente abro los ojos y veo la cama muy por debajo de mí, pero no solo la cama, sino todos los muebles de la habitación. Estoy tumbada en el techo, creo que la gravedad ha desaparecido. De repente lo entiendo todo, estoy soñando, este sueño lo tengo todos los jueves… 1, 2, 3 ¡y ahí está! El chico de mis sueños, nunca mejor dicho, siempre se queda ahí mirándome como si fuera un mono de feria, me gustaría decirle ¿Qué miras? Cosa que he intentado, pero parece que la ausencia de gravedad significa también la incapacidad de poder hablar, ¡maldito sueño!
De tantas veces que he visto a este chico ya se me todos sus rasgos, desde ese pelo castaño alborotado, hasta su perfecta boca que tiene, y la mancha en forma de estrella que tiene al lado de la oreja izquierda. Al principio me intimidaba, pues es un chico bastante alto, pero ahora ya no, pues me he acostumbrado a su presencia.
Todo se vuelve más oscuro, veo al chico un poco más cerca, anda esto es nuevo, y el articula una palabra.
-Ayuda.
¿Perdona? Es verdad, no puedo hablar, pero parece que él si, todo esto es producto de mi imaginación, tengo que poder controlarlo. Lo vuelvo a intentar.
-          ¿Perdona?- Parece que ahora la estúpida regla de no hablar se ha esfumado.
-          Ayuda
Parece que el chico es de pocas palabras.
-          Si no me dices lo que te pasa no te puedo ayudar, ¿Me lo explicas?
-          Ayuda.
Una ráfaga de imágenes apreció ante mí, la primera mostraba una niña pequeña con dos coletas rubias, ella estaba feliz; después todo se volvió más oscuro, la niña estaba llorando, junto a ella había unos hombres vestidos de negro con cara seria y después… NegroEsto más que un sueño, parecía una pesadilla.
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2)Oscuridad, ligereza, la sensación de algo frío en mi espalda. Estoy en mi cuarto, aunque hay mucha oscuridad, pero, además, estoy flotando. Mi espalda choca contra el techo y de repente, me doy cuenta, estoy soñando. Soy tonta, este sueño lo tengo todos los jueves y sigo sin darme cuenta de lo que esta pasando hasta que la obviedad cae encima de mi.
Ahora que estoy más o menos ubicada, voy a pensar en lo que va a pasar a continuación.
Primero: Aparece ese chico de pelo oscuro, mirada perdida, expresión abatida y ojos verdes. Y ahí está, apareció.
Segundo: Quedarme quieta hasta que despierte, después de tantos meses está claro que no va a ocurrir nada.
Clavo la vista en el suelo y espero…
-Ayuda- el chico, por primera vez en meses ha hablado ¿y me dice “ayuda”? no tiene sentido.
-¿En qué te puedo ayudar?- le pregunto, pero no sé qué quiere que haga, en mi sueño no controlo ni la gravedad.
El chico no contesta, solo levanta la mano y la acerca a mí. Hay una ráfaga de imágenes, la primera muestra a una niña bajita y rubia en un columpio, se la ve feliz; después el rostro de la niña ensombrece, velozmente corre hacia un pequeño bosque; la última imagen que veo antes de despertar es el contorno de la niña absorbido por la penumbra del bosque.

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